El tejido reflactivo es muy eficaz para reflejar la conducción de calor, la convección y la radiación. En ambientes cálidos, la temperatura exterior es mucho más alta que la temperatura interior. La mayor parte del calor se transmite por radiación. El uso de material aislante en el techo y las paredes puede reflejar más del 95% de los rayos infrarrojos, evitando así que el techo y las paredes absorban el calor, manteniendo así un interior confortable temperatura.